
En un giro inesperado en el mundo judicial, el abogado defensor Jason Lamm ha presentado una apelación tras la sentencia de 10.5 años impuesta a su cliente, Gabriel Horcasitas. La controversia surge debido al uso de un video generado por inteligencia artificial (IA) durante el juicio.
El juez del caso utilizó este video de IA como parte de la evidencia para dictar la sentencia, lo que ha generado un debate sobre la ética y la precisión de tales tecnologías en el ámbito legal. Lamm, convencido de que el uso de esta tecnología pudo haber influido negativamente en la decisión, no perdió tiempo en apelar.
La integración de la inteligencia artificial en los procesos judiciales plantea preguntas cruciales sobre la justicia y la imparcialidad.
Este caso pone de relieve la creciente presencia de la IA en diversas áreas, incluyendo la justicia, y cómo su uso puede tener implicaciones significativas. La apelación de Lamm podría sentar un precedente importante sobre el papel de la tecnología en los tribunales.